Jesús Faría

Articulos

  • Los controles

    Los controles se aplican para superar contingencias coyunturales, para intervenir sobre distorsiones estructurales o para combatir
    ambas situaciones simultáneamente.

    El control de cambios en nuestro país es un ejemplo muy claro de ello. Su justificación fue detener la fuga de capitales provocada en un contexto de creciente tensión política, que condujo al golpe de Estado en contra del comandante Hugo Chávez, y de sabotaje petrolero. Asimismo, era improbable superar esa coyuntura en el contexto de una economía parasitaria, rentista y con elevadísima dependencia del exterior, como la nuestra.

    En estos momentos el control de cambio es la respuesta a un adverso escenario económico y político, interno y externo: desplome de los ingresos petroleros, agudización de las contradicciones políticas,
    agotamiento del rentismo.Ahora bien, la necesidad de controles implica igualmente la existencia de mecanismo que garanticen su eficiencia.

    Los controles deben ir adecuándose a las condiciones imperantes. Si su diseño conduce a rezagos, en este caso, de la tasa de cambio, esto traerá problemas cada vez más graves. Por otra parte, si los controles promueven la corrupción, por su diseño y/o por sus distorsiones, se hacen incompatibles con un plan económico de desarrollo. Finalmente, los controles deben garantizar el acceso de las empresas, en este caso, a las divisas, de lo contrario se transforma en una traba insalvable para la economía.

    Una regla esencial de los controles consiste en su revisión permanente para garantizar su eficiencia. La fortaleza institucional es vital para ello, sobre todo en medio de una mentalidad parasitaria, que ha fundamentado el desempeño del sector empresarial y de la burocracia corrompida del viejo Estado burgués.

  • Dolarización.

    Bajo el concepto de dolarización se entiende la política económica, mediante la cual se sustituye el signo monetario nacional por el dólar estadounidense. Existe un pequeño grupo de naciones que ha adoptado esa decisión, la cual ha obedecido a intentos por controlar la inflación y/o a su subordinación neocolonial.

    Como es de esperarse, la derecha abogan por la dolarización. Para ella, la soberanía no cuenta para nada. Todo lo contrario, el secreto de la estabilización monetaria está determinada por la condición de apénd ice económ ico del i imperialismo estadounidense.

    Desde nuestra perspectiva, la dolarización no es viable ni aceptable. Nuestro proyecto histórico se fundamenta en la soberanía y la independencia, y la perdida determinada por la dolarización, va mucho más allá del hecho simbólico de erradicar el signo monetario nacional. En lo económico, la dolarización significa que un hecho tan importante como la posibilidad de regular la masa monetaria, mediante instrumentos de política monetaria, quedaría en manos de la Reserva Federal de los EEUU.

    Hay un elemento adicional y fundamental. En una economía petrolera tan vulnerable a la volatilidad del mercado petrolero mundial, sería imposible absorber los llamados “shocks” externos sin un manejo soberano de la política monetaria. En virtud de nuestra independencia en el manejo de la política monetaria y, en general, de la política económica, aun bajo los efectos del actual desplome de los precios petroleros, hemos estado en capacidad de seguir generando bienestar al pueblo.

    Por último, hay que aclarar que la transacción de uno o un grupo reducido de bienes en dólares en una economía, no significa la dolarización del país, tema este que abordaremos la semana próxima.