Jesús Faría

Articulos

  • 27F/27 años

    El Caracazo constituyó la manifestación más clara de la agonía del modelo puntofijista. Desde la perspectiva económica, social, política, ética y cultural se verificaron brutalmente sus limitaciones estructurales. La terrible crisis económica fue abordada con las inhumanas fórmulas neoliberales. El experimento de libre mercado y saqueo transnacional exacerbaron la crisis a su máxima expresión.

    El sistema político bipartidista colapsó, agotado en su incapacidad de administrar protestas y escandalosas injusticias con los pellejos sobrantes del banquete petrolero de las élites. El régimen puntofijista perdió el respaldo de la población en medio de una decadente crisis moral alimentada por una creciente corrupción e indolencia.

     La protesta popular no se hizo esperar, ante lo cual el régimen burgués apeló a la brutal represión, su instrumento clásico para aplastar los conflictos que ponen en peligro al sistema mismo. La fuerza popular, sin programa ni organización, no pudo ponerle fin a la tragedia que vivía la patria.

    El saldo del proceso social activado por el 27/F fue la creciente ingobernabilidad política, una galopante depauperación social y una crisis económica sin parangón en nuestra historia. Eso marcó a nuestro país a lo largo de toda una década.

    A 27 años de aquellos dramáticos sucesos, se presenta con absoluta claridad que la derecha venezolana al frente del país generaría una tragedia con sus propósitos neoliberales y de entrega de nuestra soberanía nacional.

    Ante la crisis económica, solo el chavismo está en capacidad de garantizar gobernabilidad, bienestar y paz. La lucha por el poder político y su desenlace tendrán repercusiones gigantescas para el futuro del país.

  • Los anuncios económicos.

    En este reducidísimo espacio, podríamos resaltar tres aspectos fundamentales de los anuncios hechos por el presidente Nicolás Maduro. En primer lugar, se encuentran la identificación de las causas de la crisis, en la que destacan la guerra económica, el dramático desplome de los precios petroleros y el agotamiento del modelo rentista y dependiente. Se trata de una crisis de carácter coyuntural y estructural, que exige instrumentar políticas parala coyuntura y estrategias de mediano y largo plazo para impulsar un modelo productivo con base en el trabajo.

    En segundo lugar, los anuncios tienen un carácter integral, que hay que seguir desarrollando, sin duda, pero que articula elementos claves. Acá se incorporan los temas cambiario y fiscal, el sistema de precios y el sector productivo. Se vinculan aspectos esenciales de la producción, sintetizados en los Motores de la economía, con las políticas macroeconómicas. Por separado, ninguna de estas dimensiones (la productiva y las políticas macroeconómicas) podría garantizar el éxito.

    En tercer lugar, pero de principalísima importancia, destaca la dimensión social. Fiel a los principios de creciente bienestar y justicia social que fundamentan nuestro proyecto histórico, se le impone un claro acento socialista a las medidas anunciadas.

    En contraste con el proyecto de la derecha, que entregada al Fondo monetario Internacional (FMI) aplicaría políticas neoliberales con gravísimos costos sociales para el pueblo y la consiguiente represión de las protestas, en nuestro modelo las políticas resguardan el empleo, los salarios, la alimentación y la seguridad social.

    Se abre una nueva fase de enormes desafíos, en la que la mayor eficiencia posible y la coherencia política nos permitirán superar las grandes dificultades..