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El diputado por el Partido Socialista Unido de Venezuela admitió que es una mentira decir que en Venezuela el poder económico es chavista, porque la revolución implica cambios y aquí se sigue con el mismo rentismo heredado de la Cuarta República, pero luego de obtener la mayoría en las elecciones parlamentarias se cambiarán no solo las condiciones, sino los actores económicos, para que estos sean agentes que impulsen la inversión y el desarrollo
La revolución es optimista acerca de los resultados que obtendrá en las elecciones parlamentarias del 6-D, pues aunque la gente está molesta por las dificultades económicas originadas tras la caída brutal de los precios petroleros, comprende que hay sectores adversos al gobierno generando la desestabilización económica, para producir un impacto social y lograr que esto se traduzca en un terremoto político.
Este planteamiento fue realizado por el diputado Jesús Faría (Psuv/Distrito Capital) y miembro de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, quien asegura que el pueblo entiende lo que está sucediendo y su respuesta va a ser el voto castigo para los enemigos del gobierno que han provocado la galopante especulación.
Como otro punto a favor en los próximos comicios electorales, el parlamentario resaltó la respuesta que ha dado el gobierno revolucionario ante esta crisis, decretando aumentos salariales para proteger al trabajador, en condiciones de tremenda restricción económica y financiera. Lo que nunca hizo algún gobierno de derecha en 40 años.
Faría indicó que aunque el gobierno es sólido para aguantar el embate político, la economía es la que sufre los ataques de un sector privado que tiene en sus manos el 65 % de los agentes fundamentales de la producción y se coloca como plataforma para desarrollar una política desestabilizadora.
No obstante, aseguró que después de las elecciones parlamentarias habrá un escenario distinto, pues la revolución será ratificada por mayoría y el empresario deberá alinearse con el gobierno. “Será la nueva fase económica de la revolución“, precisó.
Admitió que es una mentira decir que en Venezuela el poder económico es chavista, porque la gran dificultad de este gobierno es que la revolución implica cambios, pero se sigue con el mismo rentismo heredado de la Cuarta República.
“Aquí lo que hay es un sector que debería dedicarse a la producción, pero que tiene en sus cálculos, en primer lugar el reconquistar el aparato político, para recuperar espacios económicos perdidos “, aseguró Faría.
Nueva fase de la revolución
En este contexto anunció que después de las elecciones la revolución entrará en una nueva fase en la que se cambiarán no solo las condiciones, sino los actores económicos para que estos sean agentes que impulsen la inversión y el desarrollo de la fuerza económica, porque los actuales no están dispuestos a actuar en función de los cambios del modelo propuesto por el gobierno.
“Desplazaremos a sectores que juegan con la especulación y el contrabando (…) el pueblo se organiza, desarrolla ámbitos empresariales y sustituimos a esos actores”.
Reconoció, sin embargo la necesidad de revisar el modelo de gestión de las asociaciones creadas por el pueblo y elevar la eficiencia de las empresas públicas, pues hay algunas que no han dado los resultados esperados, pero aclaró que el daño fundamental que se le está haciendo a la economía no proviene de ellas, sino de una mayoritaria economía privada que juega al desgaste y a la perturbación de la situación económica para que le rinda frutos políticos.
El dirigente socialista hizo un llamado al pueblo para que entienda que en estas elecciones se enfrentarán dos proyectos de país: la revolución con 16 años de existencia, que ha sacado de la pobreza, la miseria, el desempleo, el analfabetismo y la exclusión a millones de personas; mientras que la oposición viene con un modelo anclado en el pasado, que propone al Fondo Monetario Internacional para que asuma las riendas de este país.
Estas consideraciones del parlamentario fueron emitidas en el programa “Diálogo con”, transmitido por Televen, donde finalizó señalando que puede haber malestar, pero no una vuelta al pasado.
“A pesar de la molestia, la revolución tiene un proyecto para construir un país con el pueblo como protagonista, en tanto que los adversarios quieren desarrollar el proyecto de la vuelta al pasado, donde el FMI juega un papel fundamental”, concluyó Faría.