“Cuando la violación de la ley no se traduce en una sanción y esa violación está identificada eso genera una situación de impunidad, se masifica el problema y se puede desbordar, y la amenaza en este momento apuntaba precisamente a eso, esta medida es inevitable, porque si existe una restricción de divisas determinada por la coyuntura petrolera mundial no puedes dejar de hacer otra cosa que recortar. Lo ideal sería recortar de manera momentánea, siempre y cuando se pueda garantizar que los viajeros o los que acceden con fines empresariales vayan a hacer uso correcto de estas divisas”.

La afirmación corresponde al diputado por el Psuv, Jesús Faría, quien se refirió este miércoles a los cambios anunciados por Cencoex el pasado 10 de abril y que establecen recortes en la asignación de divisas para viajes.

Faría recalcó que “los ingresos de divisas, y casi todos los ingresos de divisas se corresponden con los ingresos petroleros, se han reducido en un 50%”.

Visto este escenario, el parlamentario aseguró que “el impacto que generan los raspacupos y los que se posicionan de dólares preferenciales, y no son raspacupos precisamente, si no grandes empresarios y hacen uso ilícito de esa divisa tiene una mayor repercusión mucho mayor, es decir, ahora se manifiesta con mayor fuerza el daño que esto ocasiona”.

“(…) Tendríamos que revisar porqué esto ha ocurrido y no hemos sancionado de una manera mucho más severa a estas personas y empresas que han violentado la ley”.

Afirmó que los delitos cambiarios suman varios años y no se limitan de modo exclusivo al tema de los raspacupos y advirtió que debido a la baja de ingresos en divisas resulta insostenible mantener las asignaciones para viajes al exterior como estaba anteriormente.

“Venimos arrastrando ese problema desde hace años no solo de los raspacupos, se trata de un conjunto de delitos que se han venido cometiendo en el ámbito cambiario con la finalidad de amasar grandes fortunas, eso se corresponde con la naturaleza parasitaria de una economía que ha permeado culturalmente a buena parte de la sociedad venezolana”, recordó durante su participación en el programa El Desayuno transmitido por Venezolana de Televisión.

En el caso de los raspacupos —agregó— “se trata de miles de personas que hacen un uso ilícito de la tarjeta de crédito en el exterior, eso se sabe desde hace tiempo y diría que las autoridades no han asumido con seriedad esta situación”.

“El presidente (Maduro) ha puesto las cosas en su justa dimensión y ha exhortado, sobretodo a la Fiscalía para que se avoque a este tema, esto nos hace mucho daño sobretodo en esta coyuntura donde los precios del petróleo se han desplomado desde junio del año pasado”.

“Formé parte de una comisión presidencial que tenía como tarea hacer una evaluación del uso ilícito de las divisas entre los años 2011 y a 2013, me tocó en especial Cadivi, allí pudimos observar, en una muestra que se realizó con muy precarios recursos que trabajamos, que más de 250 empresas habían violentado la ley (…) sin embargo no he observado que ninguna de esas empresas haya sido sancionada”, indicó.

El parlamentario advirtió que “cuando existe un control de cambio, y el control de cambio es vulnerado, como ha sido vulnerado en el pasado, y no se aplican sanciones, esa impunidad genera una espiral, y eso permite amasar gigantescas fortunas con pocos recursos y sin esfuerzo violentando la ética”.

“Esto que se está haciendo ahora de reformular los montos para el uso de las divisas, se debe hacer con un criterio real de eficiencia (…) en el caso de los que usan las tarjetas de crédito es evidente que no pueden tener el acceso a la misma cantidad de divisas”.

“Se proyectaba que para este año se iban a gastar por concepto de uso de tarjetas de crédito en el exterior 9.000 millones de dólares, en una economía que ve caer sus ingresos petroleros eso es insostenible, hay que recortar por alguna parte (…) la prioridad para un Estado es garantizar alimentos, medicinas, se tiene que cortar lo que no establece una prioridad para el desarrollo y garantizar que las divisas estén disponibles para lo fundamental”.

“Cuando los precios se recuperen, se podrían reestablecer los montos cupos viajeros, siempre y cuando garanticemos que esas divisas van a su destino, pero hay que apretar las tuercas para sancionar a quienes están incurriendo en ilícitos”, sostuvo.

“También hay que colocar las divisas en el momento oportuno y en los montos requeridos para que la economía pueda seguir funcionando, porque si tú excedes los controles y planteas que un control es impedir que la divisa llegue a los sectores que lo necesiten (….) entonces están yendo a un extremo que va también a generar un colapso en la economía”, expresó.

“Hay que aplicar la ley por igual, aunque quizá el impacto de los raspacupos no sea el mismo de los empresarios que le pone la mano a divisas a 6,30, no realiza su operación, si no que la convierte en el mercado paralelo y amasan fortunas”.

El diputado recordó por ejemplo el Sitme que “era un mecanismo de asignación donde la banca, nada más y nada menos, era quién decidía a qué empresas y en qué términos se le daban las divisas, y eso es algo inconcebible, es como zamuro cuidando carne, se le asignaban las divisas sin ningún tipo de control anterior y mucho menos posterior a empresas que muchas no existían, se daban la vuelta, le regresaban la divisa a los bancos y estos hacían su agosto, esto es algo que tiene que investigar, es algo que se tiene que evaluar, qué hicieron esos bancos, fundamentalmente la banca privada, con miles de millones de dólares, hace palidecer lo que están haciendo los raspacupos, que también tenemos que sancionarlo, porque si se va masificando esa actuación en la sociedad venezolana prácticamente nos vamos a arruinar”.

El Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme), fue eliminado en 2013, luego de dos años de funcionamiento.

Las operaciones del Sitme arrancaron el 9 de junio de 2010 y durante 2012 a través de este mecanismo se suministraron unos 7.864 millones de dólares a un tipo de cambio de 5,3 bolívares por dólar.

Faría se refirió a los antivalores del capitalismo de masificar la ganancia con el mínimo esfuerzo, aún corrompiendo y violando las leyes. “Cuando existe un diferencial cambiario tan grande, imagínate un dólar a 6,30 y después el del Simadi en casi 200, ¿quién no le quiere poner la mano a ese dólar a 6,30?, ¿quién de los que se han hecho multimillonarios en la última década? y hacen todo lo posible por eso, corromper funcionarios, vulnerar sistemas y hacer uso de todas sus riquezas para acceder a eso”.

“La reflexión de los que se oponen a nosotros y justifican la guerra económica es decir y qué otra cosa pueden hacer las personas si existe la posibilidad de enriquecerse con eso, son los antivalores con los que ellos actúan”. “El capitalismo tiene una ética torcida, y cuando esa ética torcida se encuentra en el escenario en el cual existe la posibilidad de ponerle la mano a una gran cantidad de recursos lo hacen, sin ningún tipo de escrúpulos”.

“Esto se va a mantener por los próximos meses debido a los precios del petróleo”, subrayó en alusión a los recortes de los cupos para viajes.

“El mercado petrolero nos afecta, la Opep perdió la mitad de su mercado en Estados Unidos como consecuencia del petróleo de esquisto”.

“La única válvula que desangra la economía no es el hecho de raspar el cupo, hay también otras que significa precisamente estafar la economía (…) estos empresarios que ahora están denunciando que no les dan divisas, dentro de ellos debe haber un grupo importante que nunca ha incurrido en un delito cambiario, pero también les aseguro que hay un grupo importante que están exigiendo divisas y buena parte de las divisas que les otorgaron en el pasado las tienen en el exterior. No estoy diciendo que no tengan acceso a las divisas, una economía que requiera divisas tienen que darle divisas, si no se paraliza, pero si los organismos de control no funcionan de manera adecuada será muy difícil aplicar una política que resguarde los intereses del pueblo y a su vez también garantice que esa economía con todos sus entuertos y con todas sus deficiencias estructurales pueda funcionar. Nuestra tarea es transformar la economía, el Estado”.

Con este “Estado tal como está no vamos a poder avanzar, esta es una evidencia, se presta fácilmente, cae en la tentación de las corruptelas, radicalizar la revolución significa aplicar el legado del comandante Chávez, ir a la raíz, desarrollar las fuerzas productivas, impulsar un proceso de industrialización, disminuir la dependencia de las importaciones, abrir los espacios a nuevas exportaciones”.