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En febrero de 2013 fuimos designados por el Comandante Chávez para coordinar la Escuela de Cuadros del PSUV, que luego se llamaría “Comandante Chávez”. Después de la trágica muerte del Comandante, la elección de Nicolás Maduro y el brote insurreccional fascista, en mayo de ese mismo año presentamos un plan de trabajo, que lamentablemente nunca fue aprobado. Sin embargo, ello no impidió iniciar la encomendada.
Recorrimos el país para reactivar los sistemas de formación socialistas, le dimos vida a buena parte de las comisiones de ideología estadales, llevamos a cabo numerosos cursos de formación (de 12, 24, 40 y 60 horas) y conferencias relacionadas con las diferentes coyunturas, avanzamos en el estudio de documentos del partido…
En total, contactamos a miles de camaradas para un trabajo, inspirado en el principio de convertir al partido en una escuela capaz de formar cuadros para la organización, la lucha ideológica, la renovación ética de la nación, la siembra del socialismo en la consciencia del pueblo, la lucha revolucionaria…
Durante los 12 meses de actividades con limitadísimo apoyo material, pudimos contar con el respaldo de un extraordinario grupo de instructores de altísimo nivel político y académico, de valiosísimos cuadros diseminados por todo el país y de un equipo de apoyo organizativo lleno de mística. En general, hay un balance positivo, aunque obviamente no exento de errores y debilidades.
El III Congreso del PSUV decidió crear una Vicepresidencia para el Sistema de Escuelas de Formación con la camarada María Cristina Iglesias al frente, a quien le deseamos el mayor éxito en esa tarea estratégica de la Revolución.