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Se instalaron las mesas de dialogo en el área económica. La convocatoria fue inmediata y el dialogo fluyó armoniosamente. A las 48 horas ya había decenas de propuestas, que contribuirán a retomar la senda del crecimiento económico con estabilidad macroeconómica.
En momentos de una conspiración en marcha encabezada por factores fascistas, apoyados intensamente desde el exterior, la respuesta positiva de los principales empresarios y cámaras empresariales al dialogo tiene un significado político insubestimable, constituye un triunfo de la revolución. No solo aisló a grupos violentos minoritarios, sino que, en momentos de serias dificultades económicas, suma a estos factores de gran influencia a los propósitos del fortalecimiento productivo.
En este sentido, cabe destacar dos elementos contenidos en el Programa de la Patria. Por una parte, dentro de nuestro modelo económico convivimos con el sector privado, que en los actuales momentos representa el 65% de la economía nacional. Sin su participación será imposible el crecimiento de nuestra economía, indispensable para garantizar la estabilidad del país.
Con estas mesas de dialogo se propone un mayor acercamiento al sector empresarial venezolano en función de su incorporación definitiva al esfuerzo productivo del país, lo cual implica tomarlos en consideración en el diseño de las políticas económicas.
Por otra parte, algunos se preguntarán si con eso abandonamos el objetivo de una economía socialista. Eso no está en debate. Tal como lo establece el Programa del Patria, se trata de avanzar en esa construcción con la participación (no en función) del sector privado.