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La aprobación de la Ley de Precios Justos, que contempla sanciones severas a especuladores, contrabandistas y usureros, así como un techo de 30% de ganancia a las actividades empresariales, generó, como era de esperarse, una reacción negativa de parte de Fedecamaras. Se queja la cúpula empresarial de que la ley tiene como propósitos “expropiar y confiscar empresas”.
Miente descaradamente el grupo empresarial, que durante su existencia se ha dedicado a saquear el país. Fedecamaras ha sido una de las principales responsables del empobrecimiento masivo, las desigualdades y abuso de poder, que azotó al pueblo venezolano por décadas durante el siglo XX. Alzas indiscriminadas de los precios, acaparamiento, políticas de privatización, despidos masivos, contención salarial, evasión de impuestos y robo descarado del erario público fueron avalados por los gobierno de la burguesía.
Ante las nuevas realidades políticas del país, con un gobierno socialista, políticas de inclusión social y defensa de la intereses de los trabajadores, las prácticas especulativas enfrentan a su peor enemigo. En realidad, la ley persigue detener la explotación grosera de nuestro pueblo por parte de la oligarquía parasitaria.
Con esta manipulación, Fedecamaras pretende desacreditar una ley que tiene un efecto ampliamente positivo para la población. Asimismo, revela su esencia especuladora, sabe que se tiene que proteger de la ley, porque sus ganancias provienen de esas prácticas ilegales.
Nos han declarado la guerra, tendremos que trabajar duro para garantizar la regulación de las ganancias.