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El 14 de diciembre de 1936 estalló la primera gran huelga petrolera llevada a cabo por el proletariado petrolero venezolano. Constituyó la primera confrontación del pueblo trabajador venezolano contra el imperialismo.
Aquella huelga contó con un respaldo impresionante de los trabajadores petroleros y de todas las fuerzas democráticas del país. Una de las claves del éxito consistió en el accionar unitario de los obreros.
Entre sus principales figuras destacan Juan Bautista Fuenmayor, Rodolfo Quintero, Isidro Molina y Valmore Rodríguez, así como los líderes sindicales de la época: Manuel Taborda, Max García y Jesús Faría. La mayoría de los dirigentes de la huelga eran dirigentes y militantes del PCV, que operaba en condiciones de durísima clandestinidad en el gomecismo imperante después de la muerte del dictador.
Los trabajadores resistieron heroicamente frente a las mayores presiones de las trasnacionales y del gobierno de turno, verdadero títere del imperialismo. Después de 47 días, el gobierno de López Contreras decreta el fin de la huelga demostrando la sumisión más vergonzosa.
Las reivindicaciones conquistadas fueron imperceptibles, pero políticamente la jornada representó un fabuloso salto cualitativo: el proletariado se mantuvo unido en la lucha, entendió que solo luchando se puede avanzar en sus objetivos reivindicativos y políticos. Fue el inicio de gloriosas jornadas de luchas de los trabajadores petroleros hasta el año 1950.
Esta huelga representa una fuente de importantísimas enseñanzas para la clase obrera venezolana, en momentos en que se exige de ella posiciones de luchas verdaderamente clasistas.