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Mañana aprobaremos en la Asamblea Nacional, en primera discusión, el programa de la patria. Un programa que constituye un instrumento de extraordinario valor para una fuerza política. En él se expresan las vías fundamentales para avanzar, las contradicciones esenciales que determinan nuestra acción revolucionaria, se manifiesta la correlación de fuerzas existentes, se plantean los objetivos históricos perseguidos, entre otras cosas.
Nuestro programa contiene dos aspectos fundamentales. En primer lugar, la necesidad de luchar por defenderla soberanía y ampliarla a su máxima expresión. Es demasiado evidente que una nación oprimida y explotada jamás podrá desarrollarse.
Bajo estas circunstancias, la igualdad, libertad y justicia son inalcanzables. La liberación nacional, la lucha consecuentemente antiimperialista, crea una condición indispensable para la transición al socialismo.
Asimismo, y en complementación con lo descrito, el tránsito al socialismo es indispensable para consolidar la liberación nacional. Solo con un profundo proceso de transformación económico, político, social y espiritual de la nación se podrá establecer un modelo de sociedad que lleve la conquista de la soberanía a un punto de no retorno.
Ahora bien, este programa tiene un significado especial. Es el testamento programático del comandante Chávez, lo cual significa que, si estamos determinados a defender el legado del Comandante, tenemos que luchar con abnegación en contra de los enemigos del pueblo venezolano.
Honremos a Chávez, sirvamos al pueblo, actuemos consecuentemente como revolucionarios, desarrollemos el programa de la patria.