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La guerra económica desatada por la contrarrevolución tiene como propósito preparar una insurrección contra el Gobierno revolucionario. Esta apunta al acaparamiento y encarecimiento de los artículos de primera necesidad, la especulación cambiaria y el sabotaje contra sectores estratégicos para el desarrollo económico.
¿Cuál es la tarea de la Revolución? Defenderse, esa es la primera tarea de cualquier revolución, y esta defensa pasa por la lucha contra lo que llamamos la “quinta columna”. Como sabemos, este término se refiere al enemigo interno que tiene la Revolución.
En ese sentido, la burocracia, la corrupción, la ineficiencia se convierten en caldo de cultivo para los ataques del imperialismo y sus aliados nacionales. Son estas distorsiones terribles en la sociedad venezolana, verdaderos lastres que venimos arrastrando desde décadas, que actúan como poderosos aliados de la burguesía en la guerra económica, sencillamente nos hacen vulnerables a la desestabilización.
Atacando fenómenos como el contrabando de extracción, el cobro de comisiones para permitir abusos, las trabas burocráticas y administrativas, los sabotajes a sectores estratégicos, estaremos dando un paso gigantesco en contra de la política golpista.
Al enemigo fundamental lo tenemos identificado plenamente y conocemos su forma de operar, pero el enemigo interno actúa camuflado, generándonos dificultades tremendas.
Las tareas de cambio contempladas en el programa de la patria apuntan en dirección a abolir los entuertos estructurales, pero por ahora aplica la vigilancia revolucionaria y la mayor eficiencia política.
¡Venceremos!