Situación Internacional.

En primer lugar, destaca la posición del gobierno colombiano de perturbar el clima de paz y unidad en la región. Su presidente declaro en Europa que como demócrata está obligado a recibir y establecer contactos con todas las fuerzas democráticas de nuestro país, desechando el hecho de que el jefe de la oposición venezolana promueve métodos fascistas de violencia contra el pueblo, además de desconocer la institucionalidad democrática del país. De tal manera que sus declaraciones por el restablecimiento de la normalidad diplomática entre nuestros países siguen siendo rebatido por posiciones absolutamente irresponsables.

Asimismo, su intención de ingresar a la OTAN generó respuestas de rechazo por parte de la inmensa mayoría de los países de la región. Esa posición firme de nuestros gobiernos y pueblos obligó a la OTAN a declarar, que Colombia no cumple con las condiciones geográficas para su ingreso al brazo armado de los ataques imperialistas impulsados por los EE.UU. En realidad, la OTAN nunca ha atendido a esas formalidades para ampliar su radio de acción colonizador. Es la firmeza demostrada por la unidad latinoamericana, la que presionó una respuesta de esa naturaleza.

Por último, se continúa trabajando en la normalización de las relaciones diplomáticas de nuestro país con los EE.UU. En esos términos se inscribe la reunión de nuestro Canciller Elías Jaua con el Secretario de Estado John Kerry. Nuestra política de paz y convivencia internacional plantea la necesidad de establecer relaciones estables con todas las naciones, incluso con los EE.UU., más allá de nuestras diferencias políticas e ideológicas. Comprendemos que el avance de las transformaciones revolucionarias se producirá de manera más acelerada y menos traumáticas en un escenario internacional de distensión, sin renunciar a nuestras posiciones antiimperialistas y nuestro rumbo socialista. Tampoco renunciamos a los principios de respeto y no injerencia en los asuntos internos de los pueblos, que rigen nuestra política exterior.

Este encuentro es otro elemento de reconocimiento internacional del gobierno revolucionario que, sumado al cuestionamiento casi unánime de la CIDH en la reciente Asamblea General de la OEA, constituye la perdida muy significativa de instrumentos de conspiración de la derecha en contra la Revolución Bolivariana.

Abatir la inflación, tarea de las fuerzas revolucionarias.

La inflación ha repuntado peligrosamente con un 19% en lo que va de año. Abatir la inflación no es tarea fácil. Se trata de un fenómeno de carácter estructural, asociado a la economía rentista que ha limitado el desarrollo de un aparato productivo sólido, capaz de abastecer el mercado doméstico. El rentismo ha estimulado la monopolización, con lo cual se imponen precios sustentados en la voracidad de los grandes grupos económicos. Adicionalmente, los enemigos de la revolución bolivariana le han impuesto una guerra económica al pueblo, enfocados en que la inflación deteriora la capacidad de compra de la población, genera malestar social y afecta el desempeño de la economía

El Presidente Maduro ha reiterado que en los actuales momentos el desarrollo económico es la principal tarea de nuestra revolución, hay que elevar la producción y la eficiencia, lo que no sólo permitiría derrotar a la contrarrevolución en la guerra económica, sino también consolidar los avances sociales de la revolución y romper una fuente de enriquecimiento de los especuladores.

La abundancia productiva derrota el acaparamiento y abate la especulación. A mayor producción, menor espacio para el alza de los precios. En el mediano plazo, incluso se logrará desplazar a los grupos económicos.

Es evidente que el eje central de la política del gobierno para construir la independencia nacional, suprimir el parasitismo, estimular la actividad productiva y debilitar la influencia de los monopolios imperialistas en Venezuela pasa por controlar la entrega de divisas,  involucrar a la empresa privada, reforzar la capacidad económica del Estado y sancionar de manera ejemplar a los burgueses especuladores y fraudulentos, que se enriquecen a costa del dinero del pueblo.

Acto de UB “Comandante Chávez” y GPP Simón Bolívar con el Presidente Maduro.

La reunión de la Alto Mando Político de la Revolución con las Jefas y Jefes de las Unidades de Batalla Comandante Chávez y el encuentro de partidos y organizaciones del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, son iniciativas que coloca el debate revolucionario en el orden del día

En una democracia revolucionaria, las directrices se construyen mediante el debate de la militancia, que genera los insumos para el diseño de las líneas fundamentales, que le permite a la dirección nacional tomar decisiones sobre la base de la legitimidad.

Así como fue cumplida la instrucción del Comandante Chávez del 8 de diciembre de 2012, de elegir a Nicolás Maduro en la Presidencia de la República en caso que él no pudiera continuar, ahora nos corresponde cumplir la otra parte de esa instrucción:  desarrollar la línea de UNIDAD, LUCHA, BATALLA y VICTORIA. Sobre esta base estamos exigidos por la historia y por el compromiso con el legado del Comandante Chávez. Vamos a derrotar todas las expresiones de divisionismo, protagonismo y sectarismo que se presenten, sin olvidar que toda revolución está amenazada por estas tendencias perversas generadas por actitudes de atraso ideológico y ético, así como estimulados por los enemigos de la revolución.

Tenemos que construir el método revolucionario que nos permita lograr candidaturas unitarias y legítimas, que sean asumidas y respetadas para alcanzar la tercera victoria perfecta, que aleje totalmente el fantasma de la restauración del puntofijismo propuesto por la derecha.

La derecha tratará de utilizar las elecciones como un plebiscito en contra del gobierno revolucionario, agotada su agenda desestabilizadora para tratar de tumbar al Presidente Maduro. Nosotros, sobre la base de la unidad, disciplina y movilización popular, convertiremos esta nueva contienda política en una gran victoria del chavismo.