Jesús Faría

14.Ene.2013 / 10:46 am / Haga un comentario

Si se mantiene las condiciones del mercado internacional de hidrocarburos, el país sostendrá el ritmo de crecimiento de la economía de los años precedentes, aseguró el diputado socialista.

La economía venezolana lleva dos años de crecimiento ininterrumpido que se fortalecerá en 2013 si se mantienen las condiciones del mercado petrolero internacional, el despliegue del Estado en el ámbito social y la estabilidad política, manifestó el economista y diputado a la Asamblea Nacional por el Partido Socialista Unido de Venezuela, Jesús Faría.

El también vicepresidente de la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico del Parlamento resaltó la importancia de los petrodólares en el dinamismo de la actividad productiva, aunque reconoció que “en estos momentos estamos llegando a los límites del financiamiento que proporcionan esos recursos”, por lo que resulta impostergable incrementar los ingresos no petroleros mediante una reforma tributaria que peche con más fuerza al capital, lo que permitirá construir grandes obras de infraestructura que  hagan sostenible el ritmo de crecimiento.

Pronósticos como los de la Comisión Económica para América Latina se quedaron cortos cuando predijeron una variación del Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela de 5,3%. Los datos preliminares del Banco Central de Venezuela indicaron que la economía venezolana creció 5,5% este año, un resultado relevante si se toma en cuenta el descalabro económico que está ocurriendo en Europa y en otras naciones desarrolladas.

–¿Se pudiera considerar el año 2012 el del despegue definitivo de la economía venezolana?

–La economía venezolana viene creciendo desde el año 2011 y esto ocurre en un contexto internacional de crisis económica, donde buena parte de las principales naciones del planeta se ven seriamente afectadas por una de las mayores crisis que haya conocido el capitalismo a lo largo de su historia. Del análisis de la actual coyuntura económica se desprende, que de mantenerse las condiciones en el mercado petrolero internacional y apuntalado por el despliegue del Estado en el ámbito social y por la estabilidad política, el crecimiento de estos dos años puede constituir el inicio de una nueva fase de crecimiento económico, que se pudiera acelerar de reactivarse factores que actúan aún con debilidad.

–¿Cuáles fueron los factores que incidieron en el impulso de la actividad productiva?

–Hasta el momento ha incidido decididamente la inyección de recursos petroleros a la sociedad, lo cual es absolutamente normal en una economía petrolera como la nuestra. Lo novedoso es que se han invertido sobre la base de la soberanía nacional y en función de los sectores populares. De la misma manera, han tenido un rol protagónico las inversiones sociales, asociadas a esos ingresos petroleros. Aquí destaca la Gran Misión Vivienda Venezuela que propulsa al sector construcción, dinamizador como ningún otro de la economía nacional. Por último, tenemos las inversiones realizadas en el sector petrolero, especialmente en la Faja Petrolífera del Orinoco, con importantísimos efectos multiplicadores.

A pesar de los buenos resultados, Faría reconoce que aún “faltan activarse el sector manufacturero, el mayor sector del aparato productivo nacional, cuyo crecimiento aún es débil, así como las inversiones privadas, ambos factores son vitales para acercarnos a nuestros niveles potenciales de crecimiento”.

PARTICIPACIÓN DEL ESTADO

–El Estado tiene un rol preponderante en los resultados obtenidos. ¿Es sostenible en el tiempo?

–El rol del Estado está claramente identificado en la estrategia de desarrollo nacional. Tiene en sus manos el control sobre los sectores estratégicos del país. Sin eso será imposible crecer ni mucho menos desarrollarnos. De tal manera que la participación del Estado en el desarrollo es de vital importancia. Obviamente, no es ilimitada la capacidad financiera de intervención estatal ni tampoco es necesario que asuma todas las funciones económicas. Existen otros mecanismos de regulación, a través del cual el Estado interviene y lo seguirá haciendo. El economista mencionó la acción fiscalizadora y contralora del Estado como mecanismos de control. “No se trata de medirlo en términos cuantitativos, es su peso cualitativo en una economía donde también participan en una importante dimensión las empresas privadas y las de carácter comunal”, indicó.

El parlamentario acotó que “no se trata de volver al esquema estatista del capitalismo dependiente, modelo que reinó a plenitud desde los años 70, pero que colapsó estrepitosamente a finales de los 80.

Se trata de un modelo donde el pueblo trabajador asume la conducción del Estado y lo emplea en función de los intereses nacionales y para elevar la calidad de vida de la población. Esa es la gran diferencia en relación al pasado, el contenido de clase de esa intervención”

–¿Cómo obtendrá el Estado recursos para financiar las cuantiosas inversiones requeridas por el Estado para llevar adelante los proyectos que están por ejecutarse?

–La fuente tradicional de ingresos es la renta petrolera, la cual se ha incrementado de manera notable con la política de soberanía petrolera. Sin embargo, en estos momentos estamos llegando a los límites del financiamiento que proporcionan esos recursos. Existen igualmente los ingresos tributarios no petroleros, que deben ser potenciados tremendamente por nuevas fuentes que pechen con más fuerza al capital. Es precisamente nuestro país donde el capital tiene la menor carga tributaria en toda América Latina.

Eso se debe resolver lo antes posible con una reforma que establezca un esquema tributario progresivo: los que ganan más no solo deben pagar más, sino también un porcentaje significativamente superior de sus ingresos. Eso se corresponde con los principios de justicia y de equidad que nos guían. Esa tarea ha sido pospuesta debido a la importancia de la renta por hidrocarburos que hemos obtenido, pero es hora de avanzar en ese sentido.

Otra manera de obtener recursos, según Faría, es mediante el ahorro, por eso consideró que “estamos obligados a ser mucho más eficientes con el gasto del Estado. Se plantea  una cruzada en contra del derroche, las corruptelas, la ineficiencia. Se debe planificar cuidadosamente la inversión de los recursos y realizar el mayor esfuerzo en la búsqueda del más alto rendimiento de los mismos. La actividad contralora es un deber de los revolucionarios y la vamos a ejercer consecuentemente, con mayor fuerza aun ante el llamado hecho por el comandante Chávez. Es evidente que hay mucho por hacer en ese frente”.

–¿Cuáles son las perspectivas para 2013?

–La economía seguirá creciendo en el año 2013 a una tasa alta en comparación al resto del mundo. Seguirán encendidos los motores que propulsan el PIB hasta estos momentos y haremos todo lo posible para que el sector manufacturero y la inversión privada se reanimen con fuerza. Esto potenciará enormemente las políticas sociales de la Revolución. Sin pretender agotar el debate, el vicepresidente de la Comisión de Finanzas enumeró los grandes retos en el campo económico, de los cuales dependerá el crecimiento en el mediano y largo plazo. “Se pueden sintetizar en los siguientes términos:

I) Planificación más rigurosa del desarrollo del país; II) mayor articulación del sector petrolero con la economía nacional; III) rescate de las empresas básicas del país; IV) impulso del sector industrial nacional, en especial el agroindustrial; V) elevar la productividad y competitividad del aparato productivo; VI) aplicar políticas selectivas de sustitución de importaciones; VII) expandir las exportaciones en los espacios de la integración”.

“Las líneas estratégicas están claras, pero se tienen que traducir en acciones concretas que permitan el avance en la dirección establecida: una economía productiva, eficiente, soberana y socialista”, concluyó Faría.

 

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