No se podrá avanzar con el proyecto socialista “si no contamos con un gran partido revolucionario de masas como lo concibió el comandante Hugo Chávez”, dijo

Para el diputado de la Asamblea Nacional (AN), Jesús Faría, coordinador de ideología política del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el tercer congreso ordinario de la tolda roja servirá “de base” para relanzar la Revolución Bolivariana y reafirmar su posicionamiento como la principal fuerza política del país.

“Debe ser un congreso que sirva para que el partido se proyecte, se relance y crezca con mayor fuerza y se arraigue en el pueblo”, expuso Faría, quien se reunió ayer en el centro cultural Tulio Febres Cordero, en la ciudad de Mérida, con los cuadros de formación socialista de los equipos del PSUV en la entidad andina.

La tolda roja es “el mayor proyecto político en construcción de esta Revolución” y no se podrá avanzar de forma exitosa “si no contamos con un gran partido revolucionario de masas como lo concibió el comandante Hugo Chávez”.

El debate de los documentos y leyes en las Unidades de Batalla Bolívar-Chávez (UBCH) “no puede ser cerrado sino movilizador y combativo de las fuerzas revolucionarias” para poner a la militancia al frente de batallas contra el terrorismo, la injerencia imperialista y la ineficiencia, instó.

Para pasar del partido actual al que se necesita, según Faría, se deben superar desafíos, entre ellos la disciplina y la democracia para legitimar la unidad, y no ser “un partido que solo sirva para elecciones, sino que con él se debe reimpulsar la Revolución”, es decir, el PSUV deberá con este congreso reestructurar su organización para que sus colectivos se vinculen con el país.

“Necesitamos un partido que tenga  una línea clara de acción, de trabajo con los diferentes frentes de masa”, pidió.

A LA REVOLUCIÓN LA DEBE UNIR UN PROGRAMA Y LA IDEOLOGÍA

Hace cuatro años, se celebró el anterior congreso con el comandante Hugo Chávez. “Es un partido joven, apenas tiene siete años. Hemos alcanzado conquistas históricas, pero el desafío es enorme. Con la ausencia del comandante Chávez, el asecho de la contrarrevolución y los problemas que existen, fundamentalmente económicos, estamos obligados a elevar la exigencia y responsabilidad que recae sobre nosotros para construir ese instrumento de la Revolución”, dijo.

“Antes nos unía Chávez, quien era el gran factor aglutinador”, concluyó Farías, pero ante su ausencia física “debe ser un programa y la ideología la que fusione esta enorme fuerza que constituye el chavismo, que debe ser de vanguardia no solo en elecciones, sino en la comunicación y en la guerra comunicacional, en la lucha diaria de clases y por la conquista de la movilización y organización del pueblo”.

El programa está, recordó, y sería las Cinco Líneas de Acción Política para “construir un partido de vanguardia, lucha, revolucionario y que guíe al pueblo para construir el socialismo”. No basta, dijo, con sólo redactar documentos, sino que se debe “construir la fuerza viva que haga realidad cada uno de sus postulados”, pidió.

PUNTOS FRÁGILES: LA ÉTICA Y LA IDEOLOGÍA

La ética y la ideología serían las bases del renacimiento de la nueva estructura, según Faría. Hasta el momento, dijo, “el trabajo ideológico es el esfuerzo de un conjunto de camaradas, pero todavía no es el esfuerzo del partido en su conjunto.

Es imposible que un partido que tiene una lucha histórica en contra de la corrupción conviva con esas expresiones nefastas y asquerosas. Hemos vencido el imperialismo, la derecha, la guarimba y el terrorismo, pero adentro existe una enfermedad que atenta contra la estabilidad de la Revolución”.

Para afianzar la ideología, propuso, deberá institucionalizarse la escuela de cuadros, una “tarea estratégica” para formar a militantes, dirigentes, funcionarias y funcionarios públicos, ya que “sin cuadros el partido no existirá y sin el partido la Revolución no avanzará y si la Revolución no avanza habrá una tragedia en este país. Ese escenario está descartado y por eso estamos reunidos: para motivar y desplegar” la militancia.

También instó a redefinir la relación del PSUV con el Estado y el Gobierno, ya que debe servir “para que el pueblo construya sus instituciones”, que sería “el Estado alternativo a la estructura burguesa con la cual todavía convivimos”: el Estado comunal, uno de los legados programáticos de Chávez. “El partido debe tener vida propia y su fuerza debe provenir no de las instituciones constituidas sino del pueblo mismo”, reflexionó.

Elección de delegados “es un acto formal”.

Para el diputado Jesús Faría, el PSUV se encuentra desplegado al activar a sus cuadros y a sus casi 14 mil UBCH. Desde ese germen de debate ya se inició el tercer congreso ordinario de la tolda roja. “No estamos haciendo llamados a votar”, ya que la escogencia de delegadas y delegados “es una consecuencia natural de todo lo que estamos haciendo”.

Serán estas voceras y voceros quienes defiendan en la plenaria, a realizarse a finales de julio, las posturas que “se han definido en las bases del partido”. La elección de delegadas y delegados “es un acto formal, no fundamental”. Por esta razón, “no vamos a tolerar que ninguna institución, personalidad o instancia imponga candidaturas por la vía de la coacción, el chantaje o la imposición. Una práctica de esa naturaleza no correspondería con el espíritu que nos legó el comandante Hugo Chávez, más bien sería una lacra, un vicio que se arrastra del pasado”.