Jesús Faría

ANÁLISIS DE COYUNTURA

22.May.2014 / 11:38 am / Haga un comentario

El Libertador Simón Bolívar y el Comandante Hugo Chávez:

El 24 de julio se celebra el 230 aniversario del natalicio de nuestro Libertador Simón Bolívar. Esa fecha la celebramos con júbilo, construyendo su ideario. No cabe la menor duda que con la Revolución Bolivariana se le da continuidad histórica a la gloriosa gesta del Libertador, interrumpida por casi 2 siglos de olvido y traición por parte de las oligarquías que dirigieron al país.

Con la revolución bolivariana retomamos fundamentalmente tres aspectos fundamentales de su pensamiento y de su gigantesca obra. En primer lugar, reconquistamos la independencia como patrimonio fundamental para impulsar planes de desarrollo de la nación, para rescatar la dignidad del pueblo, para ser libres. Después de la victoria sobre el colonialismo español y conquista de la soberanía nacional hace dos siglos, las clases dominantes convirtieron la patria en un apéndice del imperialismo estadounidense. Con la irrupción del Comandante Chávez, se retoma la senda independentista en el marco de una colosal confrontación antimperialista. Con el Comandante Chávez hemos resistido las agresiones, injerencias y hostigamientos imperiales, y los hemos derrotado.

En segundo lugar, hoy se desarrolla un intenso proceso de integración latinoamericana y caribeña, que se inspira en el sueño de la Patria Grande de nuestro Libertador. Su planteamiento central se refería a la necesidad de la unidad continental para garantizar la independencia y el desarrollo de nuestros pueblos. Un gran polo de poder estaría en capacidad de crear un equilibrio en un mundo dominado por grandes poderes imperiales. Actualmente, en el marco de la crisis capitalista y hegemonía de los Estados imperialistas y las corporaciones transnacionales, la única vía para el desarrollo y la soberanía es la motorizada por el Comandante Chávez: La integración de nuestros pueblos, la unidad de nuestros esfuerzos y fortalezas.

En tercer lugar, el Libertador plantaba la creación de una República independiente, que centrara su atención en la moral y las luces (educación), en maximizar la felicidad del pueblo. Es decir, luchaba por una sociedad que gravitará en torno al ser humano. El Comandante Chávez, interpretando ese anhelo, impulso un rumbo socialista para nuestro pueblo, una sociedad libre de explotación, basada en los principios de justicia, igualdad y humanismo que nutren al socialismo.

El Comandante Chávez, que el próximo 28 de julio cumpliría 59, fue el gran continuador de la obra e ideales del Libertador. Nuestra tarea fundamental consiste en garantizar el desarrollo de nuestra revolución y la concreción del ideario chavista, que son las ideas de bolívar adaptadas a las complejísimas realidades del siglo XXI. Bolívar y Chávez vivirán por siempre en nuestra revolución.

Nueva agresión del Departamento de Estado de los EEUU

En días pasados, la Sra. Samantha Power, postulada para el cargo de embajadora de los EEUU ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se comprometió durante una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense a “responder a la represión a la sociedad civil que se está produciendo en países como Cuba, Irán, Rusia y Venezuela”. Agregó que seguirán “alentando al respeto de las libertades fundamentales y la democracia en todo el mundo de acuerdo con los principios de EE.UU” En el caso de Venezuela, adelantó que seguiránexpresando un fuerte respaldo al fortalecimiento de las instituciones democráticas, el respeto a la libertad de expresión, la protección de la sociedad civil y la mejora del diálogo nacional”.

Estas opiniones han sido avaladas por el Presidente Obama y el Departamento de Estado, lo cual contradice las declaraciones expresadas por el Secretario de Estado John Kerry, en el encuentro sostenido con el Canciller venezolano semanas atrás en Guatemala.

Como era de esperar, el Presidente Maduro, fundamentado en la soberanía recuperada por nuestra Revolución, rechazó inmediatamente estas declaraciones. Denunció la abierta intromisión en nuestros asuntos internos, práctica arrogante y recurrente hacia nuestras naciones por parte de un gobierno imperialista durante toda su existencia

Además, condenó la doble moral de la política exterior de los EEUU. Un imperio que pisotea los DDHH de su país y los pueblos del mundo, que lleva a cabo guerras, atropellando el derecho internacional, tortura y asesina, estimula golpes de Estado , etc., no puede pretender dar a nuestro país lecciones de respeto a las libertades civiles y políticas.

Anunció el Presidente Maduro una política de “tolerancia cero” en relación a las agresiones imperialistas y puso fin a las conversaciones iniciadas para restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos gobiernos, rotas desde el año 2010. La condición para normalizar las relaciones es el respeto de nuestra soberanía.

Este nuevo escenario exige del pueblo venezolana los mayores niveles de unidad y compromiso de defensa de la patria y su dignidad, así como el más categórico rechazo popular a este nuevo ataque del gobierno estadounidense.

Relaciones colombo-venezolanas

El pasado 22 de julio, se llevó a cabo el encuentro entre los presidentes Maduro y Santos. La fisura en las relaciones fue creada a raíz del recibimiento ofrecido por el presidente colombiano a Capriles Radonski, en momentos en que éste arremetía con violencia y muertes en contra de las instituciones democráticas de nuestro país, en contra de la voluntad del pueblo y la paz de la nación. Después del encuentro, las relaciones parecen encarrilarse nuevamente sobre la base del respeto y confianza.

Este es un paso importante en la diplomacia bolivariana, que subordina todo a la necesidad de construir la unidad entre nuestras naciones. Estamos conscientes de la existencia y actuación de poderosísimos factores que, desde Colombia, Venezuela y los EEUU, atentan en contra de relaciones basadas en la amistad. La política del imperialismo es sembrar la desconfianza, la división y la discordia, para poder imponer su política de dominación ante naciones divididas y enfrentadas.

Esa lección de casi 200 años la hemos aprendido y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para derrotar a esas fuerzas, que sirven a intereses imperialistas. Esa es una de las principales enseñanzas que nos legó el Comandante Chávez: La unidad de nuestros pueblos y gobiernos por encima de todo, para construir la plataforma que garantice nuestro desarrollo de manera independiente.

La derecha fascista se despliega internacionalmente:

Continúan las giras del candidato de la derecha para tratar de propiciar el desconocimiento de nuestro gobierno y crear un frente internacional que asfixie nuestro sueño socialista. Los resultados no pueden ser más desastrosos.

En Santiago de Chile, el candidato no solo fue rechazado por la futura presidenta de Chile, la socialista Bachelet, sino que solo pudo ser recibido por connotados herederos de Pinochet. Esa vergonzosa actitud de reunirse hasta con genocidas con tal de tratar de entorpecer la gestión  bolivariana, además de un fracaso constituye un bochorno, que nos permite ver la esencia de este candidato fascista.

En Perú, el Presidente Ollanta Humala tampoco le ofreció el solicitado recibimiento, quedándole para su agenda de reuniones fuerzas despreciables de la política limeña como el fujimorismo, profundamente anticomunista, corrompido y represivo en su pasado gubernamental, y el APRA, partido hundido en escándalos de corrupción, punto que los une con el partido Primero Justicia.

100 días de gobierno del Presidente Maduro

Después de 100 días del gobierno del Presidente Maduro, el primer aporte que exhibe consiste, precisamente, en haberle dado continuidad a la revolución iniciada por el Comandante Chávez bajo complejísimas condiciones, que incluye en posiciones destacadas el hostigamiento sistemático de nuestra revolución por parte del gobierno de los EEUU y las fuerzas más recalcitrantes de la derecha latinoamericana.

Bajo el liderazgo del Presidente Maduro logramos detener, sobre la base de la unidad y la determinación revolucionaria, el plan insurreccional de la derecha fascista activado después del 14 de abril.

Asimismo, se ha desplegado una intensa agenda internacional, que logró el reconocimiento a nivel continental y mundial del gobierno del Presidente Maduro y la movilización de los pueblos del mundo en defensa de la revolución. El extraordinario éxito de esta ofensiva internacional se basa en elevadísimo prestigio alcanzado por el Comandante Chávez.

Por último, en estos momentos se ha podido detener la guerra económica. El tema económico y de la eficiencia asume el espacio más importante de la agenda gubernamental. Elevar la producción, frenar la inflación, quebrar el acaparamiento son tareas esenciales. De ellas dependerán la estabilidad política y social de la nación y, por lo tanto, la fortaleza del gobierno revolucionario.

Todo esto y otras tareas del gobierno, como la continuidad de la Misiones, mejoramiento  del servicio eléctrico, lucha contra la corrupción y contra la inseguridad personal…, la está afrontando Maduro al más claro estilo chavista: con el pueblo, en la calle. El Gobierno de Calle es una fórmula extraordinaria para actuar en sintonía con una consigna esencial de nuestra revolución: “el gobierno revolucionario es el gobierno del pueblo”.

 

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