ANÁLISIS DE COYUNTURA
Balance del 2013, tareas para el 2014
El año 2013 fue extremadamente complejo. Con la muerte del comandante Chávez se generó una situación de conmoción anímica en el seno del pueblo venezolano, se trastornó el desempeño de la nación y se generó grandes repercusiones en el ámbito internacional.
Esta tragedia condujo a la convocatoria de nuevas elecciones presidenciales, que tuvieron como resultado una histórica victoria popular del chavismo y nuestro candidato, el presidente Nicolás Maduro, ocasionando así un nuevo revés electoral a la derecha y, posteriormente, una derrota del intento insurreccional de las fuerzas fascistas. Se trató, asimismo, de una gran victoria sobre el imperialismo, que operó afanosamente para sepultar los sueños que despierta la revolución chavista en el mundo.
El triunfo bolivariano del pasado 8/D, triplicando en alcaldías a la oposición y superándola ampliamente en votos (en casi un millón de votos y 10 puntos porcentuales), define una clara correlación de fuerzas favorable a la revolución y revela el ascenso de las fuerzas chavistas bajo el liderazgo del presidente Nicolás Maduro.
Asimismo, el tema económico tuvo una figuración determinante. Como en el pasado contra Chávez y en otras naciones contra gobiernos antimperialista, se desplegó una guerra económica criminal contra nuestro gobierno y el pueblo con claros propósitos golpistas. La respuesta fue la contraofensiva para derrotar la especulación y parasitismo de buena parte del empresariado en el país.
En lo internacional, los estrechos lazos que tejió el comandante Chávez en los procesos integracionistas contribuyeron a proteger a la revolución frente a la agresión del imperialismo estadounidense, quien no escatimo esfuerzos para detener los cambios desarrollados en nuestro país.
El año 2013 cerró en creciente estabilidad política, despliegue de la ofensiva económica y consolidación de las alianzas internacionales.
Ahora bien, el 2014 no será un año libre de dificultades, pero lo iniciamos con perspectivas favorables para los cambios revolucionarios. Estos dependerán del eficaz cumplimiento de importantes tareas, dentro de las cuales destacan las siguientes.
Por una parte, es imperiosa la estabilización y desarrollo de la economía. Sobre todo esta última, no será tarea que podamos concretar en lo inmediato, pero es absolutamente necesario un salto cualitativo en el tema de la industrialización y la incorporación de rasgos socialistas a nuestro modelo productivo. Esto le dará un sustento material a nuestra transición socialista.
La lucha por elevar la eficiencia de la gestión pública, esto es, hacer retroceder al burocratismo, arrinconar las corruptelas, enterrar la indolencia…, será esencial para seguir elevando el prestigio de nuestra revolución en el seno del pueblo y optimizar la inversión de los recursos existentes, especialmente en el área social. Éxitos en este frente estarán profundamente condicionado por el despliegue del poder popular.
El fortalecimiento del PSUV, como principal estructura política de la revolución, es una tarea estratégica. El congreso del partido constituye un elemento clave para el 2014. De ello dependerá la sustentabilidad de nuestro proyecto revolucionario en el largo plazo. El momento histórico exige un debate amplio y democrático, la construcción de estructuras orgánicas sólidas, el mayor esfuerzo en el campo de la formación, la ampliación de los espacios de dirección colectiva, el máximo arraigo del partido en las masas populares…
En pocas palabras, se trata de darle continuidad al legado del comandante Chávez.