El presupuesto nacional es un instrumento importantísimo para la planificación e impulso del desarrollo socioeconómico, el cual se fundamenta en determinados principios filosóficos y objetivos priorizados a partir de  las condiciones políticas y económicas que rigen el comportamiento del país.

El presupuesto que presenta el gobierno revolucionario para el año 2013 no obedece a decisiones arbitrarias,  se desprende de un plan de largo plazo, el Programa de la Patria,  que nos abre paso en la transición al socialismo

Presupuesto y políticas sociales

Desde el año 2002 se ha desarrollado una profusa política social, que ha combatido exitosamente pobreza, exclusión y desigualdad acumuladas por siglos. Este presupuesto hará énfasis muy especialmente en las políticas sociales, dándole continuidad a la colosal obra de la revolución.

En este ámbito destacan las Misiones en las áreas de la educación, salud, alimentación, seguridad social…, a las que  se agregan desde el 2011 las Misiones en el área de la vivienda y la educación para el trabajo, con el propósito de romper el piso duro de la pobreza.

Como resultado de este rumbo, el gobierno del Comandante Chávez ha destinado alrededor del 40% de todos ingresos presupuestados a la inversión social en la última década. Entre 1998 y 2012, esto se ha traducido en avances sin parangón en la región en materia de pobreza (de 52% en 1998 a 26% en el 2012), miseria (de 21% a 7%), desempleo (de 15% a 7%), seguridad social (2,3 millones de pensionados) y justa distribución del ingreso (17% más equitativo).

Es preciso recordar que incluso en los años 2009 (crisis mundial del capitalismo) y 2010 (crisis eléctrica nacional), esta línea no fue modificada.

Esto contrasta con lo que ocurre en  Europa, EE.UU. y otras regiones del planeta. Caída de salarios, un escandaloso incremento del desempleo (1 de cada 4 españoles están desempleados) y la pobreza (45 millones de pobres en los EE.UU.), profundización de la exclusión y la desigualdad…, generan conflictos sociales de alto impacto.

Es el gran merito de al Revolución, haber quebrado la perversa lógica social que impone la crisis del capitalismo a nivel mundial.

Desarrollo económico como objetivo del presupuesto

A partir del Programa de la Patria se hará un esfuerzo especial en el desarrollo de la infraestructura social y económica del país. Este objetivo es una consecuencia del sostenido desarrollo social y la necesidad de elevar los niveles de producción industrial.

Tan solo el despliegue de la Gran Misión Vivienda Venezuela requiere de una importante expansión de servicios básicos. Lo mismo ocurre con las nuevas escuelas y centros de salud. Por su parte, el despliegue de las políticas sociales depende de un creciente dinamismo del aparato productivo, que también viene aparejado de necesidades en el área de infraestructura.

Para todo ello se adelantarán importantes inversiones que permitan elevar la capacidad y eficiencia de la vialidad, los sistemas de transporte, los puertos y aeropuertos, el sector energético, el sistema eléctrico, acueductos, ente otros.

Dichas inversiones se realizarán en el marco del Presupuesto y del Plan de Endeudamiento, los cuales serán potenciados por los recursos del FONDEN y el Fondo Chino-Venezuela, a través de los cuales hasta ahora se han ejecutado más de 500 grandes proyectos.

Estos fondos han sido muy criticados por el oposicionismo, a pesar de los enormes beneficios que le han traído al país. El Fonden rompió con el mito de atesorar las reservas internacionales y las convirtió en palanca para el desarrollo a través de inversiones en sectores claves como el petrolero, eléctrico, agrícola e industrial. De la misma manera, los recursos obtenidos del Fondo Chino Venezuela en sus diferentes modalidades han permitido ampliar el horizonte productivo del país con financiamiento de bajo costo, activando importantísimos procesos de transferencia tecnológica.

Presupuesto, crecimiento económico e inflación

El crecimiento económico estimado para el 2013 es de 6%, que supera el del 2012, calculado en su momento en 5%. ¿Es posible una tasa de crecimiento de esta magnitud? Los voceros de la burguesía aseguran que no, pero es un alivio para nosotros constatar que en años anteriores esas voces agoreras fueron refutadas por los hechos.

Este año creceremos por encima del 5% y las expectativas nos permiten afirmar que se abre una nueva fase de boom de crecimiento para el país.

La expansión del Gasto Público, históricamente un motor para el crecimiento económico, jugará un papel muy significativo, incluyendo la inversión social. Ejemplo de ello es el plan de construcción de viviendas, pues es precisamente la construcción el sector económico que empuja con mayor fuerza al resto de la economía.

Por su parte, el consumo privado (el gasto que realizan las familias) imprimirá potencia a la coyuntura económica a la luz de las políticas salariales y sociales, en general.

Por último, tenemos las inversiones. Las del sector público seguirán expandiéndose con mucha fuerza en razón del nuevo acento  en el área de la infraestructura, así como también las colosales inversiones en la Faja Petrolífera del Orinoco, en asociación con empresas extranjeras

En cuanto a las inversiones privadas,  avanzarán con mayor fuerza que en el pasado a la luz de un panorama político mucho más claro. Incluso los empresarios más radicalmente opuestos al Comandante Chávez tendrán que ajustarse a un nuevo período presidencial, si quieren continuar en su rol económico.

En este ámbito observamos otra diferencia sustancial con un entorno mundial caracterizado por la recesión capitalista. En nuestro país no solo se registra una de las mayores tasas de crecimiento del hemisferio, sino que dicho crecimiento se pone al servicio de las necesidades de la población.

En cuanto a la inflación, se ha evidenciado un sensible descenso de este indicador, derrotando los pronósticos pesimistas de los analistas de la burguesía, que anticipaban niveles superiores a 40%.

En los primeros 9 meses del año los precios han crecido en 11,5% y cerrará este año por debajo de 18%, lo que nos permitirá trabajar en función de una inflación de 14 a 16% en el 2013.

Para ello, nos apoyaremos en el incremento de la producción interna, fundamentalmente, de los alimentos y otros artículos de primera necesidad, pero también en un mayor control sobre la especulación y una articulación más estrecha y eficiente de los organismos públicos y actores económicos.

El Presupuesto y los precios del petróleo

Una de las variables más criticadas por la oposición será nuevamente el cálculo de los precios del petróleo, que en este presupuesto se ubica en US$/b 55,00.

Se nos acusa de subestimar el precio del petróleo para generar recursos excedentarios, que se puedan gastar de manera discrecional.

Sin embargo, como es bien sabido la variable petrolera escapa del control gubernamental. Los precios del petrolero, dependen básicamente del crecimiento de la economía mundial, los niveles de inventarios, las condiciones de extracción y procesamiento, la especulación bursátil, factores políticos y fenómenos naturales, entre otros.

En ese sentido, nuestra condición de país petrolero le imprime una importante vulnerabilidad externa a nuestra economía. Estos precios son muy volubles y las caídas bruscas generan shocks externos en nuestra economía.

Ejemplo de esto fue lo ocurrido en los años 2008-2009. El precio del petrolero había trepado a US$/b 147 a mediados del año 2008, estimulado en buena medida por la especulación financiera. Conscientes de la fragilidad económica mundial diseñamos un presupuesto para el año 2009 sobre la base de  US$/b 60.

La oposición no guardo descalificativos para desacreditar  nuestra política presupuestaria, de la misma forma que lo hace ahora.

Pues bien, en el primer trimestre del 2009 los precios se desplomaron a US$/b 30 en medio del terremoto financiero y económico que azotó al planeta, y esa oposición, irresponsable como siempre, ni se inmutó.

De tal manera que la persistencia de una profunda crisis económica del capitalismo, su posible incidencia en los precios petroleros y la vulnerabilidad de nuestra economía nos obligan a aplicar, como en el pasado, criterios de precaución y cautela.

¿Habrá devaluación?

La oposición ha venido especulando con una devaluación  desde el año 2011. Su tarea era crear expectativas negativas, con la finalidad de enturbiar un clima económico crecientemente positivo que nos sacó de la recesión del 2009-2010, Tenían en la mira el  cálculo electoral del 7 de octubre.

Este argumento de la devaluación, explicado por la supuesta insuficiencia de recursos fiscales, aunado al de la subestimación de los ingresos petroleros que genera abundantes recursos a las arcas del gobierno, es incluso absurdo.

Por cierto, cuando la oposición gobernó en los 90, si se practicó la devaluación con fines fiscalistas. Se devaluaba para llenar la botija, con enormes costos en términos de empobrecimiento, desempleo, carestía…

El presupuesto del año 2013 se calcula sobre la base de US/$ 4,30 y la derecha sigue atacando irresponsablemente la estabilidad cambiaria con expectativas devaluacionistas.

Las reservas internacionales se encuentran a niveles muy aceptables, gravitando en torno a los US$ 27-28 millardos a los largo del 2012, disponemos de un flujo muy importante de divisas producto de las exportaciones petroleras, tenemos un sistema financiero y cuentas  fiscales sólidos, el país ha consolidado su estabilidad política a raíz de la victoria electoral del Comandante Chávez el pasado 7 de octubre.

Es en esa estabilidad económica, social y política que se basa la viabilidad de una tasa de cambio de US$/$ 4,30 para el año 2013.

El Endeudamiento

El proyecto de Ley de Endeudamiento contempla un monto de Bs. 116 millardos, lo cual constituye un 25% de los ingreso presupuestados. Estos recursos estarán destinados, como en años anteriores, al área social, así como al financiamiento de proyectos  productivos y refinanciamiento de deuda.

Es de destacar que el gobierno bolivariano ha manejado con mucha responsabilidad la política de endeudamiento. En estos momentos, la deuda del gobierno nacional no supera el 30% del PIB, nivel muy inferior al 60% que anuncia un riesgo en esa variable y a los niveles de endeudamiento de las naciones en crisis, incluyendo a los EE.UU y las principales potencias económicas de Europa, donde la deuda supera el 90% del PIB y, en casos, llega al 150%.

Nuestra política de endeudamiento, además de privilegiar el desarrollo productivo, se rige sobre la base de la soberanía; en tanto que en los años 90, los gobiernos de la burguesía convirtieron el endeudamiento en un mecanismo de entreguismo a factores externos de poder.

El Presupuesto 2013 y el Programa de la Patria

Este presupuesto conceptualiza en el corto plazo la instrumentación del Programa de la Patria, que contiene las líneas fundamentales de la transición al socialismo, constituyendo, a su vez, la continuidad de lo que se ha venido construyendo en los últimos 13 años. Es decir, el presupuesto no es una construcción arbitraria, sino el resultado de un desarrollo transitado, que sirve de acumulado histórico para concretar nuestros objetivos estratégicos.

Un ejemplo de ello es el énfasis en el tema social, que responde a una enorme obra social, pero también a la necesidad de construir una sociedad capaz de solucionar lo problemas del pueblo y que se fundamente en los principios de la justicia social. En ese sentido, el presupuesto constituye precisamente un mecanismo para la redistribución del ingreso de acuerdo a parámetros de justicia.

También ilustra esta relación el tema de la soberanía. La independencia nos permite, en primer lugar, elaborar un presupuesto de acuerdo a nuestros intereses, sin tutelajes ni imposiciones foráneas.

Es importante recordar que en los años 90, el puntofijismo le entregó la soberanía sobre las políticas económicas y sociales al FMI, por lo que el diseño del presupuesto no era sino el ensamblaje de un plan, a partir de criterios establecido en Washington.

Asimismo, la soberanía petrolera nos permite desarrollar gigantescos planes sociales con recursos que, en el marco de la apertura petrolera, eran saqueados por las corporaciones transnacionales.

Un último ejemplo lo constituye el rol de las masas trabajadoras como vehículos fundamentales en la ejecución de este instrumento. Estas, organizadas en comunas, se convierten en protagonistas de estos planes. Nuestro gran desafío consiste en convertir el presupuesto en instrumento vivo para la construcción del Estado comunal. No es suficiente con un diseño presupuestario formalmente revolucionario, hay que darle un carácter real.

El Presupuesto y la Economía Política del Poder

El presupuesto refleja, como pocos instrumentos de políticas públicas, el carácter clasista de un gobierno. El abordaje de la economía política del poder nos permite llega a la esencia filosófica y social de los gobiernos, determinar qué clase social  gobierna realmente, cuáles son los intereses predominantes, a favor de quién se distribuye la renta. El ejercicio del poder no es un fin en si mismo, es un medio para captar riqueza social en función de los intereses de determinados estamentos de la sociedad.

Un gobierno de la burguesía favorece a los grandes grupos económicos, estimula mecanismos de libre mercado, se abre al capital foráneo, aniquila la participación popular. De haber ganado la burguesía, su propuesta de presupuesto  hubiese estado signada por privatizaciones, tijerazos al gasto social, restricción del rol del Estado, tutelaje del FMI, es decir, por el dogma neoliberal.

Por ello afirmamos que las políticas sociales no son un capricho, sino el reflejo de intereses predominante. Esto nos permitió alertar al pueblo en relación propuesta fraudulenta de la derecha en el pasado evento electoral. No puede una clase social gobernar en contra de sus interese fundamentales.

Asimismo, lo económico y lo político están estrechamente relacionados. Lo político es el reflejo de intereses de clases, fundamentalmente económicos, en tanto que lo político es un mecanismo que permite concretar los intereses hegemónicos.

Son los profundos cambios políticos en la sociedad venezolana encabezados por el comandante Chávez, lo que permite el desarrollo de políticas como las contempladas en el Presupuesto del 2013.