(*).– Ciudadano Presidente, colegas Diputados y Diputadas: En primer lugar quisiéramos aclarar que el tema petrolero se está debatiendo en este país desde la década de los 20 del siglo pasado, y desde ese momento se han podido observar dos posiciones diametralmente opuestas: Una posición de acuerdo con la cual los ingresos petroleros se le debían regalar a las empresas trasnacionales, una posición de acuerdo con la cual los ingresos petroleros debían favorecer los intereses foráneos, una posición de acuerdo con la cual el petróleo era espacio fundamental, donde se regodeaban los intereses; y otra posición patriótica, antiimperialista, otra posición popular que impulsaban desde aquellos momentos sectores de izquierda, sector democráticos y sectores socialistas.
El planteamiento desde un inicio fue que los recursos petroleros pertenecían soberanamente al Estado venezolano, reivindicando unos viejos postulados bolivarianos. Y, desde ese momento, se ha desarrollado una lucha de extraordinaria intensidad que ha llevado a golpes de Estado, que ha conducido a enterrar a un pueblo en la miseria y que ha conducido en momentos nefastos de nuestra historia al entreguismo de gobiernos adeco-copeyanos a los intereses foráneos.
Pues bien, en este momento nuevamente tenemos ese debate planteado y se está dando, se está dando, se está dando en la calle, se está dando en la política revolucionaria.
El petróleo es de los venezolanos, el petróleo está dirigido a los grandes intereses de este país. (Aplausos).
Con esa contribución, con esa Ley que se encuentra perfectamente inscrita en el marco de la política de la Ley Habilitante, estamos haciendo un esfuerzo para que el Gobierno pueda destinar enormes recursos a las grandes obras de este país.
Aquí se está hablando de que las regiones no reciben los recursos y que no se confía en los gobernadores y alcaldes bolivarianos. Pues bien, queremos decir que los gobernadores y alcaldes bolivarianos gobiernan con el pueblo y esos recursos le llegan al pueblo por diferentes vías. Y si nosotros estamos en sintonía con un mandato fundamental de nuestra Constitución que establece el Poder Popular, deberíamos nosotros estar orgullosos de que el pueblo desarrolla mecanismo y facultades para poder establecer el autogobierno.
Y allí están nuestras gobernaciones, allí están nuestras alcaldías y podríamos hablar durante horas. En el caso particular de Caracas, cuántos proyectos no son canalizados en su conjunto por los consejos comunales y el Gobierno del Distrito Capital o la Alcaldía Libertador para dar vivienda, para la salud, para la educación, para dar mejor vida a nuestro pueblo. Esa es la esencia de este problema.
La esencia de este problema es quién tiene la renta petrolera.¿Para qué se usa la renta petrolera? Pues bien, en este Gobierno, gobierno popular y antiimperialista, el Gobierno ya no es un servil instrumento del imperialismo; el Gobierno es del pueblo y facilita esos recursos para satisfacer las necesidades de la población.
Ese es el trasfondo de toda esta discusión, ese es el gran problema de la Venezuela republicana del siglo XX y lo que va del siglo XXI. Aquí se tumbó al Presidente Chávez, precisamente cuando en el marco de una Ley Habilitante se aprobó una Ley de Hidrocarburos que ratificaba una vez más que el petróleo es de los venezolanos.
Y a ese petróleo no vamos a renunciar jamás y la máxima garantía de que esa situación no se modificará –para redondear– es que el Presidente Chávez se mantiene en el poder y que tiene un Partido Socialista Unido de Venezuela al frente de la Revolución. (Aplausos).
Para finalizar, Misión Vivienda, aumentos saláriales, creación de 3 millones y medio de empleo. Todo eso será posible porque hay un Gobierno revolucionario que cuenta con esos recursos. (Aplausos).
Es todo, ciudadano Presidente.